Esa es la razón por la cual, para muchos, no hay mejores recetas que las que hacían nuestras mamás y nuestras abuelas con todo su cariño y su esmero. Mientras tanto trituramos los tomates, si nos gustan las salsa finas, o los cortamos groseramente a cuchillo, si nos agradan con tropezones. Agregamos la carne del tomate, o sea, los tomates pelados y limpios de semillas al baso de la batidora y trituramos. Colamos sobre el baso la parte de las semillas que habíamos guardado en el punto anterior para hallar de esta manera una salsa menos espesa. Pelamos los tomates, los cortamos los tomates en el medio y les sacamos las pepitas o semillas, podemos dejar esta parte en un pequeño envase ya que lo utilizaremos después. Cogemos pequeños trozos de la mezcla para llevar a cabo nuestras bolas de albóndiga, las ofrecemos forma y las ubicamos en un plato aparte.
La proporción de albóndigas que van con estas proporciones es relativa, todo va a depender del tamaño que las hagas, a mí me salieron 18 pequeñas. Coloca un poco de harina en un cuenco y pasa tenuemente las albóndigas por la harina, sacúdelas un poquito a fin de que no queden demasiado enharinadas. En ocasiones me vuelvo ida pensando que recetas compartir en el blog, y me olvido de las más básicas. De hecho, alguien me recordó que no tenía publicada la receta de las albóndigas de toda la vida. Conque yo ni corta ni gandula me dije, marchando una de albóndigas. Si hay una receta que no puede faltar en ninguna casa española, esas son las albóndigas, redonditas, blanditas y muy sabrosas.
Una vez terminemos, echamos las albóndigas en la salsa de tomate y dejamos que se cocine todo junto a fuego medio durante 20 minutos. Lo primero de todo es realizar las pelotas de carne, que todas y cada una salgan más o menos igual. Salpimentamos la carne picada, tanto la de pollo como la pavo en un cuenco grande. Rompemos los 2 huevos y los añadimos junto con la nuez moscada.
En el momento en que las tengamos fabricadas, las sacamos y dejamos reservadas. Esta es mi receta de las albóndigas en salsa de tomate, que es como las hace la mayoría, aunque siempre y en todo momento hay pequeñas variaciones. Las albóndigas se tienen la posibilidad de preparar de muchas maneras, en tanto que tenemos la posibilidad de cocinarlas con distintas salsas.
Tomate Frito Casero
Unas albóndigas jugosas con una buena salsa de tomate casera son de las mayores exquisiteces que nos pueden realizar, la receta de albóndigas determinante. Cuando tengamos todas nuestras albóndigas fabricadas, las freímos en una sartén con abundante aceite de oliva virgen extra bien caliente. Al sacarlas las dejamos en un plato con papel de cocina para que absorban el exceso de aceite. Removemos bien y batimos hasta el momento en que los ingredientes se mezclen. Hoy os quiero enseñar la receta tradicional de albóndigas en salsa de tomate, esperando que en el momento en que las preparéis asimismo sea para nosotros un plato tan especial como lo es para mí.
Para preparar esta receta de albóndigas con tomate la primera cosa que tienes que realizar es conformar las albóndigas. Para ello, debes mezclar en un bol las carnes, la cebolla rallada, el huevo, el perejil, los piñones y el pan rallado. Trabaja bien la mezcla con las manos para integrar todos los elementos y forma las bolas del tamaño que prefieras. Combinamos la carne picada con el ajo triturado y perejil picados finísimos, sal y pimienta.
El almacenaje o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos. El almacenaje o acceso técnico es requisito para la finalidad lícita de almacenar preferencias no pedidas por el abonado o usuario. Puedes acompañar las albóndigas con papas fritas, papas guisadas, puré de papas, arroz blanco o unas ricas papas gajo.
Albóndigas Caseras En Salsa De Tomate
Las ventajas de estas albóndigas con tomate, es que podéis prepararlas el día anterior, y además podéis preparar mucho más cantidad. En mi caso suelo preparar un kilo de carne por el hecho de que de esta forma congelo la mitad, pero podéis realizar la mitad. Forma las albóndigas, pásalas por harina y dóralas en una sartén con abundante aceite ardiente. Reserva en una fuente con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Pasamos las albóndigas a la cazuela con la salsa de tomate recién hecha. Calentamos a fuego medio hasta que quede una salsa de tomate sutilmente densa a lo largo de unos 10 minutos.
Acercamos una sartén gran al fuego con un óptimo chorro de aceite de oliva y, cuando tenga temperatura, vamos friendo por tandas las albóndigas a fuego vivo. No se trata de que se cocinen por la parte interior, tan solo queremos que se tuesten un poco por fuera. Pasado este tiempo, las servimos en platos hondos o en una fuente para el centro y las nos divertimos. Si se quiere realizar un primordial tenemos la posibilidad de acompañarlas de unas patatas fritas que le van a quedar estupendamente a esta receta de la abuela.
Aparte, pelamos la cebolleta y la picamos en brunoise fina. Pelamos también los ajos y los picamos bien menudos. Abrimos el chile verde en el medio y le retiramos las semillas y picamos la carne. Pasamos este sofrito a la olla donde están las albóndigas y la ponemos al fuego. Vamos formando las albóndigas con las palmas de las manos. Lo idóneo es que no sean bastante enormes, ni pequeñísimas.
Sobre Ven A Mi Cocina
La carne picada es un tipo de producto que se degrada con mucha rapidez con lo que es conveniente consumirla o cocinarla a la mayor brevedad. Abrimos la lata de tomates enteros pelados y retiramos el exceso de líquido ya que en un caso así solo vamos a emplear la pulpa. El agua se puede almacenar en un bote para otra futura receta o ponedla en un cazo y dejad achicar durante 15 minutos para tener pasta de tomate concentrada.
A mi personalmente me gusta que sean pequeñas, es mucho más fácil de freír y hacer y a parte en el momento de comer son más cómodas . Conforme vayan estando hechas, las pasamos a la cazuela con la salsa de tomate, que estará llevada a cabo. Aproximamos una cazuela al fuego con un chorrito de aceite y pochamos el ajo, el chile verde y la cebolleta a fuego suave. Para llevar a cabo estas albóndigas de cordero con salsa de tomate la primera cosa que debemos realizar es lavar los tomates y picarlos en dados pequeños.
Por el hecho de que es innegable que, hechas con mimo, producto de calidad y bien ejecutadas, estas humildes bolitas de carne alcanzan otro nivel. Pocas elaboraciones hay tan populares e internacionales como las albóndigas de carne picada, aunque se preparen y sirvan de distintas formas según el país. En España acostumbramos a cocinarlas en algún género de salsa. Y esta de tomate es todo un acierto para acompañar las albóndigas más agradables y jugosas que puedes imaginar. No tendría bastante que meditar para decidir que este plato de albóndigas en salsa de tomate pertence a los que mucho más recuerdos me traen de mi niñez.
Cubrimos con el caldo y dejamos hervir a fuego suave a lo largo de 40 minutos aproximadamente, removiendo ocasionalmente. Casi en el final, corregimos de sal y pimienta. En el momento en que la cebolla esté bien llevada a cabo y comience a transparentar, agregamos el vino blanco y ascendemos el fuego a fin de que se evapore el alcohol. Para llevar a cabo estas albóndigas en salsa, comenzaremos por preparar la mise en place y también ir mejorando los ingredientes, para ello pelamos la cebolla y la picamos en brunoise fina.
Sin ser un plato de fiesta, el día que en mi casa había esta receta, ya hacía que se convirtiera esa hora de la comida en un rato particular. Coloca ámbas carnes integren en un bol y revuelve con las manos. Añade la cebolla rallada, el huevo batido, las hojas de perejil picadas, los piñones y 50 g de pan rallado. Trabaja con las manos hasta que se todos y cada uno de los ingredientes. La receta de albóndigas con tomate es una de esas preparaciones que triunfan en todos y cada uno de los hogares. Aunque es un tanto afanosa, el resultado es exquisito y merece la pena pasar un buen rato en la cocina para poder disfrutar luego de un plato tan sabroso.