En el momento en que las pechugas comiencen a dorar vamos a agregarles primero la cebolla, enseguida el tomate picado y los chiles. Revuelven los ingredientes, añaden el vino, la crema y ajustan el sazón con sal y pimienta. Bajamos la lumbre al mínimo, tapamos la sartén y dejamos por unos 20 a 25 minutos, revolviendo de forma regular.
Calentar un poco de aceite en una olla que tengamos la posibilidad ingresar en el horno y dorar las piezas de carne unos minutos por ambos lados. Mondar los dientes de ajo y añadirlos a la olla, hasta el momento en que se hayan dorado. Regar con el vino blanco y dejar que evapore un tanto el alcohol. Reincorporar la carne, añadir el pimentón y un poco de tomillo, y contemplar con el caldo. Tapar y también introducir en el horno. Dejar reposar unos minutos fuera del horno antes de ser útil.
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Asimismo puedes acompañar con una guarnición de sabor neutro como un arroz blanco hervido o un puré de patatas rústico. Añade el vino blanco, deja evapore el alcohol unos tres minutos y, seguido, añade el agua o caldo (también lo puedes llevar a cabo con una pastilla de caldo). Deja el pollo bien cubierto y deja cocinar unos 30 minutos a fuego medio. Si ves que se marcha quedando muy seco, ve agregando un tanto más de líquido. Cuando el pollo esté listo, si quieres que la salsa se reduzca y espese un poco puedes destapar la sartén y seguir cocinándolo a fuego medio unos 5 minutos mucho más o hasta el momento en que esté a tu manera.
Una vez lo tengas, tu pollo en salsa de la abuela ya va a estar listo para comer. Empieza esta receta de pollo en salsa de la abuela limpiando y troceando el pollo en trozos pequeños, esto tienen la posibilidad de realizar en la pollería. Salpimienta los trozos de pollo.
Paso 7
Calentamos el aceite sobrante en exactamente la misma olla, rehogamos la cebolla y el ajo, quitando, a fuego moderado cinco minutos o hasta el momento en que la cebolla se ablande. Volvemos a echar el pollo en la olla, agregamos el jerez y la salsa de tomate. Tapamos y llevamos a ebullición, bajamos el fuego y dejamos cocer, tapado, durante unos 10 minutos o hasta que el pollo esté bien hecho y tierno. Destapamos y dejamos cocer unos minutos mucho más para que la salsa espese.
Y lo dejamos todo a fuego medio como unos diez minutos. Pasado ese tiempo, metemos esta salsa en el vaso de la batidora o en el vaso de la Minipimer y batimos hasta lograr la consistencia de salsa y que no queden grumos ni tropezones. Antes de servir, machacamos en un mortero el resto de los ajos fritos, los trozos de cebolla que habíamos guardado y las almendras y lo añadimos a la salsa y ya está listo para comer. En una cazuela poner aceite y freir el papel de laurel con la cebolla cortada en trozos enormes.
Añadir la mostaza, algo de estragón picado y mezclar bien. Reducir el fuego, tapar y dejar unos 50 minutos a temperatura suave quitando de vez en cuando y echando mucho más cava conforme lo necesite. En el final, añadir la leche evaporada, otro puñado de estragón y salpimentar. Cocer destapado hasta el momento en que se reduzca al gusto. Picar la cebolla roja, el diente de ajo y el jengibre pelado.
Cuando hayas sacado los muslitos de pollo de la sartén echa el ajo y la cebolla adjuntado con algo de sal y cocina a fuego medio unos 5 minutos, hasta el momento en que la cebolla esté empezando a dorarse. Picar la cebolla y el diente de ajo. Cortar la zanahoria y el puerro en juliana fina y reservar.
Picamos la cebolla y la cocinamos hasta que se poche. Doramos asimismo el pollo por sus caras. Ubicamos los muslos de pollo y la cebolla pochada en la fuente de horno y cubrimos con la mitad de la salsa de naranja y kaki, horneando a 180ºC durante 40 minutos con calor arriba y abajo. A los 20 minutos damos la vuelta a las tajadas. Terminamos agregando el resto de la salsa y gratinando a lo largo de 5 minutos. En ese tiempo cortamos 4 rodajas muy finas del otro kaki y picamos el resto.
Salpimentar, añadir el comino y el tomillo y regar con el vino. Cuando se evapore el alcohol, echar el tomate y la calabaza, removiendo bien. Devolver el pollo y contemplar con caldo o agua.
Freímos las tajadas de pollo a fuego fuerte hasta que se doren y reservamos. En exactamente la misma sartén, agregando un poco mucho más de aceite de oliva, freímos los ajos y los pimientos muy picados. Cortamos los tomates y los pasamos a la sartén y dejamos que todo se poche hasta que los tomates prácticamente se deshagan. Agregamos el vino blanco y las guindillas y dejamos achicar. Cuando empieza a espesar, agregamos el concentrado de tomate y probamos para poder ver si está bien picante o requerimos añadir más guindilla o mucho más ajo. Retornamos los trozos de pollo y dejamos que el conjunto cueza a lo largo de unos diez minutos para que los trozos de pollo tomen todo el gusto y queden bien jugosos.